martes, 28 de diciembre de 2010

La acumulación y el ejército de reserva en ‘Teoría del desarrollo capitalista’ : Paul Sweezy


Cap. V La acumulación y el ejército de reserva en ‘Teoría del desarrollo capitalista’ : Paul Sweezy

En su análisis de la estructura del capitalismo, Marx se refiere a la  ‘Reproducción Simple’ como la forma más elemental en que dicha estructura se presentaría.  Con este concepto  pretende explicar cómo este sistema conservaría indefinidamente las mismas dimensiones y las mismas proporciones entre sus diversas partes o, dicho en otras palabras, cómo la escala de la producción no cambiaría de un año a otro.
Dado que esta producción se divide en dos grandes ramas: producción de medios de producción y producción de artículos de consumo, para que la condición anteriormente formulada se cumpliese, sería necesario que los propietarios de los medios de producción repusiesen el capital gastado en el ejercicio económico y empleasen todo el plusvalor[1]  en el consumo así como que los obreros emplearan  igualmente su salario en consumir. Si esto no se produjese tendría lugar una acumulación o bien un agotamiento de los medios de producción.
Así, podríamos distinguir una tercera categoría existente: el ingreso; que se divide, a su vez, en tres categorías: ingreso del capitalista[2] para  gastar en medios de producción, plusvalor o ingreso del capitalista libre para gastar y, por último, salario o ingreso del trabajador. Estos tres ingresos existen en ambas ramas de la producción.
De este modo, el esquema del plan de producción es útil porque muestra la estructura de las interconexiones entre la producción total y el ingreso, en términos de las clases de mercancías producidas y de las funciones de quienes perciben los ingresos. Si bien, este esquema no existe en la realidad ya que “la reproducción simple” no tiene en cuenta el interés del capitalista en ampliar su capital; omite la acumulación de capital que constituye la fuerza motriz del desarrollo del sistema capitalista.
Como ya hemos mencionado, el rasgo definitorio del capitalista es su interés por acumular capital. Esto puede llevarlo a cabo convirtiendo una parte del plusvalor obtenido (ingreso del capitalista libre para gastar) en capital adicional. Su capital acrecentado le permite entonces apropiarse de mayor plusvalor, que a su vez permite ser transformado en capital adicional, y así sucesivamente. Marx a este mecanismo lo llamará la “Reproducción ampliada”.
El fenómeno de acumulación de capital no resulta un deseo relativo a una cuestión antropológica sino relativo a la posición que ocupe el sujeto en esta particular y contingente forma de organización social que estamos estudiando: el sistema de producción capitalista.

Dicho lo cual, analizaremos la relación de las ofertas y demandas cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir, cuando los capitalista no consumen ya totalmente el plusvalor (tal y como describíamos en la ‘Reproducción Simple’), sino que ésta se divide en tres partes, una que consumen los capitalistas, otra que se integra al capital constante y una tercera que se suma al capital variable.
Efectivamente, nos interesa investigar los efectos de la cantidad acrecentada del capital variable, o lo que viene a ser lo mismo, la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, que va implícita al proceso de acumulación.
Cuando aumenta la demanda de una mercancía cualquiera, su precio aumenta. La fuerza de trabajo no es una mercancía ordinaria; no hay capitalista que esté dispuesto a dedicarse a producir fuerza de trabajo en caso de que suba el precio de ésta. Bajo el capitalismo, el mecanismo que equilibra la oferta y la demanda está ausente en el caso de la fuerza de trabajo, existe una desviación del precio respecto del valor.. El plusvalor depende de la diferencia entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador produce. La acumulación eleva la demanda de fuerza de trabajo y no es ya lícito suponer la igualdad entre los salarios y el valor de la fuerza de trabajo.
Así, si la demanda de trabajadores excede la oferta de trabajadores dispuestos a trabajar por ese salario  y por consiguiente los precios de los salarios suben, lo que detiene los salarios es para Marx ‘el ejército de reserva’;  concepto que refiere a aquellos obreros desocupados que mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante y hacia abajo en el precio del salario. Al tiempo que Marx contempla como la introducción de maquinaria que sustituya a empleados  provoca desempleo que, a su vez actúa sobre el nivel del salario mismo.; así como las crisis y depresiones que actuarían como mecanismos de reconstrucción del ejército de reserva cada vez que este es reducido a pequeñas proporciones.
Éste principio del ‘ejército de reserva’ es para Marx independiente de cualquier suposición particular sobre la población. En su teoría son principalmente las innovaciones tecnológicas las que se utilizan para economizar el trabajo y reclutar ‘ejército de reserva’; el cual es condición y premisa indispensable para la creación de plusvalor y mantenimiento de la clase propietaria de los medios de producción en el régimen de acumulación capitalista.


[1] utilizaré la expresión plusvalor y no plusvalía dado que la palabra utilizada por Marx en su edición alemana es mehrwert (mehr: más/ wert: valor); Ver MARX, K. (1953)  Das capital: kritik der politischen ökonomie Berlin : Dietz.
[2] Emplearemos el término capitalista para referirnos al propietario de los medios de producción.

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