jueves, 3 de febrero de 2011

¿ Qué es una concepción del mundo? ( dentro del conformismo lógico)


Sin duda, la razón descubierta por los griegos fue heredada por los cristianos, que no pudieron desprenderse de ella, y por la modernidad, que la enarboló. El texto que nos ocupa hace una crítica a los distintos paradigmas científicos que han construido una dimensión fundamental de las distintas concepciones del mundo. Esta idea de paradigma aparece en Kühn, quien dice que la ciencia también se basa en paradigmas, que cambian mediante revoluciones científicas en las que el contexto histórico- cultural juega un papel fundamental.  De ahí, que situemos esta idea como tesis fundamental que vertebra el propio argumento de Sacristán. Así, analizar una concepción del mundo nos aparece no como un saber, no como conocimiento en el sentido en que lo es una ciencia positiva; sino como el análisis de una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto.  Principios implícitos en la cultura de una sociedad en la que un individuo vive, configurando lo que Durkheim denominó el conformismo lógico, es decir, “una concepción  homogénea del tiempo, del espacio, del número, de la causa, que hace posible el acuerdo entre inteligencias”[1].
Así, Sacristán introduce un análisis de lo que llama ‘la concepción marxista del mundo’;  la cual, está movida por la aspiración a terminar con toda obnubilación de la consciencia o de elementos idealizados. La explicación de los fenómenos ha de buscarse, según esta concepción, en otros fenómenos del mundo; el mundo debe explicarse por sí mismo. Es decir, se trata de una concepción materialista  que  juega con una dinámica dialéctica, que pondría en evidencia el reduccionismo del empirismo que prescinde de la peculiaridad cualitativa de los fenómenos , construyendo conceptos homogéneos y generales.  Así, la concepción del mundo tiene por fuerza dar de sí una determinada comprensión de las totalidades concretas. Pus la practica humana no se enfrenta sólo con la necesidad de penetrar analítico-reductivamente en la realidad, sino también con la de tratar y entender las concreciones reales, de  las cuales la ciencia no puede hacerse cargo.  Por lo cual, la dialéctica materialista se compromete a recuperar lo concreto sin hacer intervenir mas elementos que los materialistas a fin de entender la individual situación concreta del sujeto dentro de “
Sin duda, la razón descubierta por los griegos fue heredada por los cristianos, que no pudieron desprenderse de ella, y por la modernidad, que la enarboló. El texto que nos ocupa hace una crítica a los distintos paradigmas científicos que han construido una dimensión fundamental de las distintas concepciones del mundo. Esta idea de paradigma aparece en Kühn, quien dice que la ciencia también se basa en paradigmas, que cambian mediante revoluciones científicas en las que el contexto histórico- cultural juega un papel fundamental.  De ahí, que situemos esta idea como tesis fundamental que vertebra el propio argumento de Sacristán. Así, analizar una concepción del mundo nos aparece no como un saber, no como conocimiento en el sentido en que lo es una ciencia positiva; sino como el análisis de una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto.  Principios implícitos en la cultura de una sociedad en la que un individuo vive, configurando lo que Durkheim denominó el conformismo lógico, es decir, “una concepción  homogénea del tiempo, del espacio, del número, de la causa, que hace posible el acuerdo entre inteligencias”[1].
Así, Sacristán introduce un análisis de lo que llama ‘la concepción marxista del mundo’;  la cual, está movida por la aspiración a terminar con toda obnubilación de la consciencia o de elementos idealizados. La explicación de los fenómenos ha de buscarse, según esta concepción, en otros fenómenos del mundo; el mundo debe explicarse por sí mismo. Es decir, se trata de una concepción materialista  que  juega con una dinámica dialéctica, que pondría en evidencia el reduccionismo del empirismo que prescinde de la peculiaridad cualitativa de los fenómenos , construyendo conceptos homogéneos y generales.  Así, la concepción del mundo tiene por fuerza dar de sí una determinada comprensión de las totalidades concretas. Pus la practica humana no se enfrenta sólo con la necesidad de penetrar analítico-reductivamente en la realidad, sino también con la de tratar y entender las concreciones reales, de  las cuales la ciencia no puede hacerse cargo.  Por lo cual, la dialéctica materialista se compromete a recuperar lo concreto sin hacer intervenir mas elementos que los materialistas a fin de entender la individual situación concreta del sujeto dentro de “una matriz cultural que cada cultura construye y mantiene”[2]


[1] Citado en BOURDIEU, P (2000) Poder, derecho y clases sociales; Desclée: Bilbao. Pág. 92.
[2] SCHÖPFLIN, G. La construcción de la identidad en FERRERO, R (ed.) (2004) Nacionalismos y minorías en Europa Central y oriental. ICPS: Barcelona.  Pág. 41


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